Los impermeabilizantes son sustancias químicas que se encargan de proteger las superficies ante el paso del agua, evitando así la presencia de humedad y filtración en tus edificaciones, alargando así la vida de tu construcción. Asimismo es imprescindible para evitar daños naturales que puedan presentarse en tus techos, ya sea por el tiempo, el sol o el aire.
A lo largo de nuestros más de 30 años de experiencia, hemos desarrollado diferentes tipos de impermeabilizantes que se ajustan a las necesidades de las distintas superficies y para conocer cuál es la mejor opción, primero necesitamos entender de qué están compuestos cada uno de los materiales. Ya que dependiendo de su base química nos ofrecen características especiales como durabilidad, formas de aplicación y usos. En esta nota aprenderás sobre las variedades con las cuales contamos y gracias a esta guía lograrás la mejor elección:
Prefabricados
Para la aplicación y correcta instalación de este tipo de productos, es necesario contar con mano de obra especializada, ya que no es de fácil instalación.
Funciona idealmente en lugares con tránsito eventual, donde se tenga buena pendiente y en todo tipo de superficies como losas, techumbres y cimentaciones. El impermeabilizante prefabricado se distingue por su durabilidad y resistencia a temperaturas extremas. La durabilidad de estos productos puede ser de 5 a 15 años, por lo que es importante realizar revisiones periódicas para determinar si requiere mantenimiento.
Asfálticos
Para la aplicación y correcta instalación de este tipo de productos, no es necesaria mano de obra especializada.
Los impermeabilizantes asfálticos se caracterizan por su adecuación a todo tipo de superficie como cimentaciones y charolas de baño, excepto las expuestas a la intemperie. Se aplican incluso sobre superficies ligeramente húmedas. Protegiendo así piezas, superficies y todo tipo de objetos que deban mantenerse secos. Este impermeabilizante se utiliza especialmente en superficies verticales y horizontales, que generen barrera de vapor o se encuentren bajo tierra. La durabilidad de estos productos puede ser de 2 a 3 años, por lo que es importante realizar revisiones constantes para detectar el paso de humedad.
Acrílicos
Para la aplicación y correcta instalación de este tipo de productos, no es necesaria mano de obra especializada.
Son desarrollados a base de resinas acrílicas, pigmentos y aditivos. Estos funcionan idealmente para superficies como concreto o lámina, cuentan con excelente elasticidad, por lo cual es menos propenso a fisuras y cuarteaduras. La durabilidad de estos productos puede ser de 3 a 10 años, por lo que es importante realizar revisiones periódicas para determinar si requiere mantenimiento.
Cementosos
Para la aplicación y correcta instalación de este tipo de productos, es necesario contar con mano de obra especializada, ya que no es de fácil instalación.
Son recubrimientos que proveen acabados a elementos que estén en contacto continuo con agua impidiendo la humedad y afloración de salitre. Si tu alberca o cisterna es de concreto o mampostería, los impermeabilizantes cementosos protegerán idealmente tu hogar contra el deterioro que puede llegar a causar el agua o algún otro agente atmosférico. Presentan una perfecta adhesión al concreto, ya que están diseñados para este tipo de superficies. Generalmente cuentan con una durabilidad inicial de 3 años, al igual que los impermeabilizantes acrílicos, necesitan del mantenimiento adecuado para alargar la vida útil.
Con estas especificaciones, ahora será mucho más fácil entender cuál es la función de cada uno de nuestros tipos de impermeabilizantes y la forma en la que podrás mantener la vida útil de cada uno. Es importante consultar las fichas técnicas para la correcta aplicación de cualquier sistema.