¿Sabías que pueden existir distintos tipos de humedades? Estas dependen del tipo de filtración o condensación que se lleve a cabo dentro de tu edificación y de igual manera, cada uno tiene una forma de solucionarse.
Humedad por filtración
Cuando en una construcción no se cuenta con la adecuada impermeabilización en las caras expuestas de los edificios, estos permiten la entrada del agua de lluvias.
Este tipo de humedad generalmente se ubica en las partes exteriores de las edificaciones y se genera por el constante contacto con la lluvia, exceptuando en sótanos donde la filtración puede llevarse a cabo debido a aguas subterráneas.
Para evitar este tipo de filtraciones es importante identificar el material donde se aplicará el impermeabilizante y la zona donde se realizará este proceso.
Algo que debes evitar es tratar de esconderlos con pintura, ya que en vez de ayudarte, te generará más gastos.
Humedad por capilaridad
Este tipo de humedad se presenta generalmente en edificios viejos o edificaciones que no cuentan con una barrera anticapilaridad. Todas las construcciones y edificios están rodeadas de humedad natural, ya sea por parte del ambiente o de los organismos que se encuentren alrededor, asimismo, algunos materiales debido a su porosidad pueden agilizar la aparición de este tipo de humedad, por ejemplo materiales como los ladrillos o las piedras. Este tipo de humedad se presenta debido al proceso natural del agua del subsuelo, la cual contiene sales minerales que quedan depositadas en la superficie de los muros cuando el agua se evapora.
De igual manera la humedad por capilaridad se puede presentar a través de intersticios microscópicos o pequeños poros.
La mejor forma en la cual pueden identificar este tipo de humedad es gracias a su posición y tipo de crecimiento. Las humedades por capilaridad suelen ubicarse en las partes inferiores de los muros, las cuales se encuentran en contacto con agua o con el suelo ya afectado y la humedad va subiendo.
Si ya tienes este problema y quieres solucionarlo, una de las mejores formas es impermeabilizar el área afectada y buscar un correcto drenaje del agua del terreno.
Humedad accidental
Como su nombre lo dice, este es un tipo de humedad que se realiza por algún accidente, ya sea que una tubería llegue a romperse debido a la presión excesiva o que algún suministro de agua tenga algún problema.
Es muy fácil identificar este tipo de humedad debido a la forma de la mancha que generan. Al ser causada por una tubería, la acumulación del líquido se realiza en un punto en específico, el crecimiento del problema es muy notorio y acelerado, en comparación de los otros tipos.
Para evitarla, puedes instalar directamente en tus tuberías, pasatubos y coquillas, los cuales te ayudarán a liberar la presión, evitando generar acumulaciones de agua y presiones negativas dentro de las mismas tuberías.
La solución ideal de estas humedades implica ya sea la demolición o picado de la zona afectada hasta que logres descubrir la tubería rota, el saneamiento de la zona y el cambio parcial o total de la tubería dañada, incluyendo como antes mencionamos, el uso de un pasatubos o coquilla.
Humedad por condensación
A diferencia de los otros tipos de humedad, la humedad por condensación no se debe al contacto directo con algún fluido. En este caso se debe a la condensación del vapor de agua del aire en una superficie fría, el cual se presenta generalmente en baños, cocinas o lugares donde se ponen elementos a secar en espacios cerrados.
El principal problema de este tipo de humedad es que genera moho en paredes, techos, mobiliario e incluso en la ropa almacenada en armarios y cajones. También puede afectar los elementos de yeso y hacer incluso que la madera se pudra.
Identificarlos es muy sencillo, ya que generalmente presentan mal olor e incluso en algunas ocasiones presencia de pequeñas gotas creadas por la condensación. Este tipo de humedad no sólo se presenta en muros, techos o suelos, también lo puedes llegar a encontrar en los marcos de ventanas y puertas, llegando a oxidarlos o pudrirlos, dependiendo del material con el que estén hechos.
Si quieres evitar que este tipo de humedad se presente utiliza una correcta ejecución de las fachadas y puntos de contacto con la estructura y las carpinterías de las ventanas. También es un punto clave contar con una correcta ventilación para evitar condensaciones, ya sea abriendo las puertas o ventanas al menos por cinco minutos al día.
Si presentas algún tipo de humedad, te recomendamos contactar a un experto, el cual te brindará la mejor solución a tu problema. De igual manera te recomendamos revisar la línea de nuestros productos Sello PASA®, donde contamos con productos que se ajustan a tu tipo de filtración.